Qué curioso el nacionalismo. Qué curioso el cruce de banderas. Qué curioso que para defender las ilegalidades se pueda hacer uso de la ilegalidad. Qué curioso la cantidad de juristas y demócratas que brotan estos días. O cuántos expertos en derecho constitucional aparecen súbitamente. Qué curioso cuánta gente defiende la Constitución Española sin siquiera saberse sus artículos. Qué curioso que para frenar un referéndum sin garantías e ilegalizado se tuviera que dejar un reguero de más de 1.000 heridos. Más curioso aún que hubiese, según Interior, más de 400 policías heridos.
Qué curioso que Junqueras mienta sobre datos del PIB y la relación de impuestos de Catalunya-España. Qué curioso que no sea menester aprobar una ley con mayoría cualificada en el Parlament. Qué curioso que para velar por la seguridad ciudadana se deba descerrajar un par de tiros de balas de goma con aliño de pimienta contra población civil, haciendo que un ser humano pierda la visión. Qué curioso que el PP hable de legalidad la semana que Anticorrupción pide la condena del PP por la Gürtel. Y lo poco que se ha hablado de Cifuentes y Gallardón. Qué curioso que Indra, empresa que se encargó del último recuento de votos en las generales, financió a la sede del PP de Madrid con 600.000 euros, en negro por supuesto. Todo lo que sea negro, mientras no sea antropomorfo, va bene. Curioso que la Constitución sea una tabla pétrea que todos debemos acatar y se pueda atacar con ella a quien no la cumpla, desplegando todo el arsenal penal disponible. El cariz político es accesorio; nimiedades. Qué curioso que quien la menta con orgullo y la usa como arma haya estado conculcando sistemáticamente los artículos 14, 35, 41, 43, 47, etc. Curiosa la separación de poderes que dejan los artículos 66.4 y 72.1 de la Llei de Transitorietat. Curioso que la Fiscalía entienda como delitos de odio a los que reprocharon la actuación policial del 1-O, pero no a los que jaleaban “A por ellos oe”.
Qué curioso mandar encarcelar a titiriteros y tuiteros por hacer humor Blanco, pero cantar el Cara al Sol con banderas del pollo en mitad de la Cibeles, acompañado por una miembro del partido que gobierna este país sea legal, muy legal y mucho legal. Qué curioso que nos vendieran a los catalanes la Independencia como un edén idílico y low-cost. Qué curioso que las empresas que tenían su sede civil en Catalunya ahora la cambien para estar al abrigo del BCE y bajo su paraguas económico. Qué curioso que aquellos que han facilitado legislativamente dicho éxodo subrayen el propio hecho para desprestigiar el movimiento independentista. Qué curioso que no se sepa qué es la sede civil de una empresa. Qué curioso que queramos echar a los refugiados pero que se queden los catalanes. Que curioso que con un 155 no se haya rebajado el auge independentista. O con una recogida de firmas en contra de los catalanes. O con un Estatut de Autonomía tumbado por el TC. O con un “esto la fiscalía se lo afina”. O con un “nos hemos cargado su sanidad”. O con un “queremos españolizar a los niños catalanes”. Curioso cómo se intenta legitimar una DUI que no tiene aval democrático. Curiosa la puerilidad del único argumento de apoyo: el “no me han dejado otra”.
Qué curioso ver a las dos derechas más corruptas de Europa lanzándose ingente cantidad de heces para que el polvo resultante actúe a modo de cortina. Qué curioso que aquellos quiénes cobran por hacer política, dialogar y negociar se nieguen a ello. Qué curioso que no haya visto ondear ninguna bandera contra los deshaucios, contra la Ley anti-aborto, contra la homofobia, contra los recortes económicos y en derechos sociales, contra la actuación del gobierno para con los refugiados o contra la laminación de los sistemas de pensiones. Quizás es que no tenemos bandera, quizás es que debo ir al oftalmólogo. Muy curioso que a esto se le tilde peyorativamente como “equidistancia”. Qué curioso que una ex ministra socialista “no sea respetada” por su conato de boicot a Font Vella. No comprendo cómo los locales de Chamartín osan ofrecer productos catalanes. Qué curioso que los que somos de izquierdas notáramos cierto alivio cuándo Susana Díaz perdió las primarias ante Pedro Sánchez. ¿Por qué las ganó Pedro Sánchez verdad? ¿Verdad? Qué curioso que el otrora político de izquierdas Josep Borrell defienda la democracia desde un atril de Sociedad Civil Catalana, en una manifestación conjunta con Vox, C’s, PP, Hogar Social Madrid, HazteOír.org y otra serie de demócratas. Qué curioso un peruano advirtiendo sobre la nocividad del patriotismo. Y ante decenas de banderas rojigualdas ondeando al viento. No te digo que me lo superes, solo iguálamelo.
Qué curioso los vídeos demagógicos que aparecen por la red. Qué curioso que Vox trate de hacer una réplica de uno de estos vídeos y el resultado sea cómicamente magnífico y realmente repugnante. Qué curioso ver al hijo de un hijo del franquismo hablando sobre democracia (pista: no hablo de Alianza/Partido Popular). Qué curioso que en lugar de disculparse por la cacería del domingo (como hizo su padre) tome partido político. Eso sí, siempre por la democracia. Y siempre con mucha labia, que para algo le hemos pagado una formación todos los españoles.
Qué curioso que los medios públicos catalanes nieguen que llevan años haciendo campaña en pro del independentismo. Qué curioso que haya quien les acuse de “adoctrinamiento” sin haberlos nunca escuchado. Qué curioso que esos mismos que se llenan la boca con el adoctrinamiento en Catalunya sean los que se informan a través de Telecinco, Antena3, TVE, Cárdenas, Losantos, Griso, Ana Rosa, Bertín, OKDiario, Periodista Digital, Libertad Digital, El Mundo, La Razón, El País, el ABC… Qué curioso que ElDiario.es haya denunciado un descenso de sus socios por informar con veracidad y rigor sobre el procés y Catalunya. Qué curioso que quién ha laminado los sistemas de pensiones, educación o sanidad tache de radicales y antisistema a la CUP ¿Cuántos delitos de cohecho, prevaricación, falsedad documental o malversación de fondos llevan? Me preocupa que se queden rezagados. Qué curioso que Inés Arrimada inste al gobierno central a proclamarla presidenta de la Generalitat, máxime cuando hasta no hace mucho vituperaban duramente a los morados por pedir poltronas. Supongo que depende de cuál. Qué curioso que C’s haya acabado superando la expectativa de estar más a la derecha que la propia derecha. A ver quién es el guapo que les tira de Libertas ahora. Qué curioso Rosa Díez. Qué curioso cuán tarde ha llegado Unidos Podemos a decidirse y a tomar partido en esto por no medir bien su caución. Y no eran vírgenes en calibrar mal.
Qué curioso lo «hijo de p…» que es Piqué por apelar al diálogo, no como Iniesta, Nadal o Gasol, que apelan al diálogo. Qué curioso es que el deporte no debe estar politizado: Javier Tebas en la manifestación fascista fue un fallo en la matriz. Qué curioso que se queme toda Galicia simultáneamente. Muy curioso que tras lo del Alvia y el Prestige, otra vez se lo tengan que comer los ciudadanos gallegos de a pie. Qué curioso Feijoó en 2006 afirmando ruinmente que con ellos no había incendios. Qué curioso que nadie se acuerde de Asturias, Zamora y Portugal. Qué curioso que para solventar el problema del AVE deba separarse los barrios murcianos por un muro, a lo Juego de Tronos. Qué curioso que a personas que no compartan tu ideología las enchirones por no compartir tu ideología. En democracia. #LlibertatJordis. Qué curioso que nadie recuerde las 8 personas que condenaron a 3 años de prisión por manifestarse contra los recortes del govern de Artur Mas en 2011, mientras que el propio Mas los calificó de “kale borroka”. Qué curioso que íbamos a acabar como Venezuela y hemos acabado acabando como Venezuela. Qué curioso que este artículo se parezca a la oda a Goytisolo de un tercer Jordi. Catalán también, por cierto. Qué curioso que sea unionista o secesionista según el suelo que piso. Qué curioso que el reciente fenecido Federico Luppi afirmara que el patriotismo es un invento. Curioso que Latinoamérica, aún y con todo el daño que ha hecho allí la izquierda, no tenga ningún movimiento nacionalista que reclame un pedazo de tierra. Qué curioso que todo nacionalismo se cure leyendo y viajando.