Separadas por la opinión pública

Elena tiene diez años y Paz es su mejor amiga. Le gusta que vista tan distinto a los demás, y su manera de relacionarse con el mundo. Nunca la ha visto con muñecas, pero parece no necesitarlas para ser feliz. Elena es feliz; pero, pese a su corta edad, es consciente de que lo que siente cuando ve a otras niñas con las muñecas que sus padres no le compran es envidia. Paz parece no necesitar muñecas ni otras cosas materiales para divertirse. Se divierte con la guitarra de mamá y la furgoneta, pero sabe que el valor está en la música y el viaje, no en el medio. Elena y Paz crecen en el tardofranquismo y son mejores amigas hasta que la madre de Elena le prohíbe a su hija seguir viendo a Paz.

Parece un poco drástica una prohibición así, pero es que de la familia de Paz se decía que eran hippies y se les miraba raro, aunque se les dejaba estar. El problema es que vivían tan despegados de los pequeños placeres consumistas de la clase trabajadora que no tardaron en granjearse envidias que se tornaron en acusación de comunismo. Probablemente los que la airearon, los que la propagaron hasta los oídos de la madre de Elena y ella  inclusive no tenían ni idea de lo que la ideología exponía, pero los podían hacer pedagogía estaban atrincherados en un miedo más tangible y justificado que el inoculado arbitrariamente contra la misma.

Las niñas pudieron seguir viéndose en el colegio, pero no se podían dejar ver juntas por la calle.

Para los de finales felices: Paz pudo estudiar magisterio y educar a las primeras camadas de hijos de la democracia, o intento de ella sobre las resistencias del régimen anterior, como la maestra pensaba.

Para los de los finales crudos: Elena perdió pronto la influencia de los valores en los que educaban a Paz. Sus padres la desescolarizaron y la pusieron a generar ingresos para la familia incluso antes de tener la edad legal para ello. En otra época los asuntos sociales hubieran intervenido, pero en aquella se hacía la vista gorda y sus padres no tuvieron más resquicios que el reclamo de un maestro que veía potencial a la niña, por lo que se vio prematuramente ligada a un trabajo clandestino que le fue borrando el recuerdo de aquella buena amiga.